martes, 1 de septiembre de 2009

El Lliri Groc

Los taxónomos calculan que sobre la tierra podría haber del orden de diez a quince millones de especies diferentes, de las que sólo aproximadamente 1.700.000 han sido descritas por la ciencia. A pesar de que cada año se incrementa en varios miles el número de organismos conocidos, en una carrera contrarreloj para describirlos antes de que desaparezcan, el ritmo de extinción, provocado por el hombre es tal (se calcula que cada hora desaparecen tres especies del planeta) que muchas de ellas, simplemente desaparecen, sin que tan siquiera, hayamos sido conocedores de su existencia. Es lo que se podría denominar una “extinción silenciosa”.

Por otra parte muchas especies hasta hace tiempo comunes, van viendo reducidas sus áreas de distribución y/o poblaciones, muchas veces sin causar excesiva alarma, poco a poco, desapareciendo, primero de pequeñas zonas, más tarde de territorios más extensos. También de estos casos tenemos múltiples ejemplos, independientemente, de la unidad geográfica que tomemos como referencia; así hay especies comunes que desaparecen de un río o un valle, una localidad, una región, un país, etc.

Sin ser éste el caso, pero con algunas analogías con las dos situaciones arriba planteadas tenemos el ejemplo del lliri groc (Iris pseudacorus) en nuestra ciudad.
Como cualquier avezado lector de este artículo sabrá, esta bella planta de extraordinarias flores amarillas, no corre especial peligro ni en la comarca (existe una población numerosa en las lagunas de Delta del Llobregat) ni en Cataluña, ni en Europa, pues es una habitante relativamente común de muchas zonas húmedas litorales, encontrándose en gran cantidad en aguas relativamente dulces. Sin embargo, no se encontraba presente en el tramo bajo de nuestro río debido al grado de contaminación y salinidad de sus aguas y al elevado estado de degradación de sus riberas (al menos no teníamos conocimiento de su presencia en los últimos 30 años)… hasta que en mayo de 2008, descubrimos la presencia de dos pequeños núcleos: el primero situado a escasos metros del paso elevado peatonal, en un brazo lateral del río estaba compuesto por tres o cuatro plantas, el otro núcleo todavía más reducido, se encontraba a unos 300 m. de éste en el margen limoso del cauce principal.
Nos alegró el descubrimiento, pues suponía otro ejemplo de recolonización natural de este malogrado espacio por una especie vegetal ligada al medio acuático. Nos indicaba también, que como mínimo, la calidad del agua de nuestro río ha ido mejorando en los últimos tiempos y que eneas, carrizos y varias especies de juncos, se verían acompañadas por la nota de color de la floración de esta iradácea.

Tristemente, nuestra alegría no duro demasiado. En el escaso periodo de una semana y debido a las que, como mínimo, podemos calificar como “curiosas” obras de restauración ambiental, que se estaban realizando en este tramo de río, un camión sepultó literalmente el primer núcleo (en una operación de aplanamiento de los bordes y, posterior cimentación del terreno, de este canal secundario sin finalidad conocida, pues hoy ni siquiera es visible bajo una fina capa de limo). El otro grupo corrió igual suerte, bajo las ruedas de una excavadora que “limpiaba” los bordes del cauce.

El caso es que, en el plazo una semana escasa, habíamos detectado una especie vegetal nueva en nuestro municipio y ésta había desaparecido por la acción directa del hombre.

¡Cada cual puede extraer sus propias conclusiones!

Cuando pensábamos qué nombre le pondríamos a este blog, una de nuestras preferencias fue la de ponerle el nombre de esta planta, recordando concretamente aquellos ejemplares por todo lo de simbólico que suponían para nosotros: esa naturaleza, animales y plantas obstinados en permanecer, en recuperarse sino se lo pusiéramos tan difícil, y sin la necesidad de “recuperaciones” ni “planes” (de elevado presupuesto) de ningún tipo; sólo a la espera de que les dejemos un pequeño hueco entre tanto asfalto, un pequeño espacio entre tanta vía férrea o autovía, o un poco de tiempo entre tanta prisa, o, simplemente, que los dejemos en paz!

¡De ahí el nombre de nuestro blog!


P.D.: Por extraordinaria fortuna, durante la primavera de este año 2009, hemos vuelto a localizar unos pocos ejemplares de lliri groc en un único núcleo, diferente a los dos desaparecidos en 2008.


AUTOR: Rafa T.

1 comentario:

EL ZURRON DE UN NATURALISTA dijo...

Enorabuena por tu primer articulo Rafa. me ha gustado pero le falta tu toque critico, tu toque "quejoso".