La naturaleza te da sorpresas unas veces agradables, otras menos
agradables.
Paseando un día por la zona forestal de Sant Boi de
Llobregat, encontremos un ave rapaz que no volaba. Al ir a cogerla no me costó, se dejó manipular e intente no asustarla más de
lo que estaba. Se trataba de un Azor joven; estaba pletórico, fuerte y a
primera vista sano, pero no se sostenía en pie. Rápidamente avise a los
naturalistas de la zona y entre todos nos pusimos en contacto con los agentes
rurales de la zona. Tardaron un poco; mientras esperabamos pudimos disfrutar de
esta especie fijándonos en su plumaje juvenil, sus garras afiladas, su poderoso pico… una maravilla tenerla en la
mano. En cuanto vino el agente, le pusimos al día y después de abrir un expediente,
se lo llevo al centro de recuperación. A ver si tiene suerte, pensábamos todos,
y le pueden salvar la vida los técnicos del centro.
A los pocos días, me puse en contacto con el centro de
recuperación de fauna para preguntar por dicha rapaz. Estaban sorprendidos por
la recuperación del animal, ya que tenía un fuerte golpe en la espalda, por eso
no se aguantaba en pie.
Quiero dar las gracias a Ferran, Andreu y Miguel por hacer
las llamadas pertinentes y por la larga espera. Creo que mereció la pena.
AUTOR: Antonio
Salmerón