Hace muchos años que conozco a Rafa, el amigo de los pájaros como solían decir en casa. Antes de irme obligatoriamente a servir a la patria, en nuestro tiempo libre, ya quedábamos para hacer nuestras salidas por el río Llobregat a observar aves y demás fauna que había en la zona allá por el año 1985. No dejábamos de visitar diversos lugares de la geografía Española para ver otro tipo de fauna y flora que no eran comunes en nuestro territorio. Con Rafa yo me aficione a caminar por la alta montaña, afición que mantengo hoy día. No íbamos a hacer una ruta, pero si queríamos ver las marmotas, los rebecos o el tritón pirenaico no teníamos mas remedio que ir montaña arriba. Íbamos cargados con la mochila llena: prismáticos, comida para todo el fin de semana, guías de fauna, libretas de campo, tienda de acampar y sobre todo cámara fotográfica. La fotografía ha sido la otra gran afición de Rafa. Siempre con su cámara analógica marca Pentax buscando motivos para usarla y sacarle el máximo partido posible. Ahora en plena era digital Rafalin, como le solían llamar su familia cariñosamente, a dado el gran paso y se ha pasado a las nuevas tecnologías. Lo poco que yo se sobre fotografía lo he aprendido básicamente de el. Actualmente si tengo alguna duda recurro a el, aunque ahora tenemos un nuevo amigo, Edgar, que mas que afición estudia fotografía y a primera vista tiene madera de ser un buen profesional en la materia.
Recuerdo una ocasión que nos fuimos a los pirineos de Girona yo y Rafa a pasar un fin de semana y aprovechamos para colocar dos cajas nido de madera para que pudiera nidificar una rapaz nocturna que creíamos que habitaba la zona. Además de la mochila llena de material, cada uno llevaba 10 kilos de madera para montarla en dicho lugar (martillo y clavos aparte). No sabemos si llego a nidificar, pero valió la pena la experiencia y ahora no me importaría repetir, aunque no estoy seguro de que mi espalda respondiera igual.
Ya han pasado algunos años (unos 24 años) y seguimos con las mismas aficiones, aunque ya no tenemos tanto tiempo para “pajarear” como antaño, intentamos juntarnos y salir a disfrutar de lo que nos gusta, de lo que nos llena, y con la misma alegría recordar los viejos tiempos vividos en el río Llobregat, y en otros lugares que vieron nacer a unos naturalistas aficionados con muchas ganas de descubrir el mundo que les rodea.
Va por ti, camarada Rafa, este pequeño homenaje. Espero que sigas tan quejoso como siempre,cuando hay que serlo, y que tengas mucha suerte en tus futuros proyectos.
Rafa en los Aiguamolls de L'Emporda.
Un melenudo Rafa fotografiando un ave capturada para su anillamiento en el río Llobregat.
Una de las primeras fotos hechas por Rafa con su primera cámara.
Autor: Antonio Salmerón