martes, 26 de junio de 2012

 EL BOSQUE

  En un bosque de Cataluña cuyo lugar no debo delatar, habitan felizmente unas aves de diferentes especies. Comparten todas ellas dicho bosque en armonía. En el cantan, buscan alimento, se emparejan... en definitiva, comparten todo lo que hay en el, su casa, su hogar. Es todo un espectáculo los conciertos que se pueden llegar a escuchar, sobre todo en primavera. Por todos los rincones se oyen sus melodías, sus cánticos al viento dándole alegría al lugar. Es un bullir de vida, una época de mucho ajetreo: construir el nido, incubar los huevos...
  Empiezan los días calurosos. Los cantos han pasado a un segundo plano. El lugar se llena de aves inexpertas que han nacido en primavera, arropadas por sus progenitores que les acompañan en su andadura por este mundo nuevo para ellos. Los pequeños aun dependen de los mayores para subsistir. Deben aprenderlo todo.
  En los largos días del verano hay que buscar un lugar donde poder refrescarnos y beber el preciado líquido de la vida. Los puntos donde hay agua escasean y en cuanto se forma uno, allí van todas las aves del bosque, es el lugar de encuentro. Se pueden ver desde los pájaros carpinteros, hasta los pequeños petirrojos. Que lugar más encantador. La convivencia es inmejorable. Jóvenes y adultos comparten la poca agua del lugar, esperando las primeras lluvias de verano.
  La vida sigue en este lugar, y posiblemente seguirá muchos años más si nosotros, los seres humanos no interferimos en ello. Las generaciones venideras también tienen el derecho y la obligación de poder disfrutar de estos lugares que todavía conservamos. Hagamos que sigan existiendo lugares como este bosque cuyo nombre seguiré sin decir...

AUTOR. Antonio Salmerón