Vertederos en el río Llobregat

No se da uno cuenta de la cantidad de residuos no orgánicos que se pueden ver en el río Llobregat hasta que das un paseo por la ribera de dicho lugar de aguas mas bien turbias: Cristales, plásticos, papeles, metales, lavadoras, televisiones, ropa… ¿Quién pudo haber sido el autor o autores de tal descabellada y deplorable acción? Una parte de estos residuos los arrastra el río en las crecidas periódicas que suelen producirse sobre todo en primavera y otoño. Cuando baja agua en cantidades industriales, el río Llobregat no respeta nada y todo lo que encuentra en su camino se lo lleva por delante. Con dos cojones. Pero ¿qué hace una lavadora dentro del cauce de nuestro estimado río? Mi olfato me dice que algún vecino en su día abandonó por completo su electrodoméstico porque dejo de serle útil. Y lo peor es que quizás no sepa que hay lugares en los cuales se puede ir a depositar este tipo de objetos llamados deixalleries.

Pongamos un ejemplo: Se tiene que construir un puente que cruce el río. La maquinaria que realizará las obras tiene que llegar hasta la misma ribera. Se construyen unos accesos para dicha acción. Al acabar la obra se suele abandonar restos del material utilizado como si se tratara de un vertedero. Por algún motivo que no acabo de entender los accesos quedan abiertos para el uso de cualquier persona que quiera entrar con su vehiculo particular y causar molestias a la fauna y flora local. Pepito López hace reformas en su residencia habitual y los restos de la obra, cuando acaba, los mete en su furgoneta y como conoce el acceso al río allá que va y los tira en un rincón escondido. Aprovecha para tirar el sofá roto, la tele que no funciona porque no tiene el TDT y algunos muebles heredados de su madre. No le ha visto nadie.

Las consecuencias de este ejemplo que he puesto pero que ocurre en la realidad son pequeños vertederos ilegales debido a los accesos que deberían quedar cerrados una vez se termina la obra. Desgraciadamente para el entorno, cada vez es más accesible para las personas el acercarse a este lugar de recreo gracias al proyecto de restauración del río LLobregat y conociendo el poco respeto que hay por el medio ambiente seguirá siendo un lugar donde deshacerse de esas cosas que ya no nos sirven, seguirá siendo utilizado, entre otras cosas, como vertedero.



AUTOR: Antonio Salmerón