Las obras en el río Llobregat han sido algo común a lo largo de los años y posiblemente seguirán así. Quizás algunos vecinos de Cornellà no sepan que debajo de las praderas del río pasan tubos de gas (gaseoducto) y petróleo (oleoducto que recientemente ha renovado la red de tuberías). En su día se construyo el puente de la pata sur y más recientemente el puente del Ave, (tren de alta velocidad) por nombrar algunas obras que se podrían calificar como faraónicas. Toda obra conlleva unas molestias que la ciudadanía asume con mayor o menor agrado. Pero a quien más molestias directas causa es a la fauna i flora local, sobre todo al Sapo corredor, Bufo calamita, (por poner un ejemplo) especie recientemente descubierta en nuestro municipio y que ciertas obras han hecho desaparecer la pequeña población que se había asentado.
Es por consiguiente de vital importancia al acabar una obra, no dejar restos de material esparcidos, en este caso por el río, y los accesos que se abrieron en su día para la entrada de camiones y demás maquinaria pesada se debería obligar a cerrarlos nuevamente para evitar que vehículos privados puedan acceder y volver a ocasionar molestias.
AUTOR: Antonio Salmerón
1 comentario:
cuanta razón!
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